En una nación, donde la justicia y el olfato anticorrupción no se detiene ante rangos, la caída de varios generales acusados de recibir millones en sobornos, constituye un ejemplo a seguir.
La purgas en el alto mando del ejército ruso, incluye a 4 generales y funcionarios detenidos, a raíz del cambio del ministro de Defensa, Sergei Shoigu.
El sustituto de Shoigu es el general Andrei Belouson.
Aunque se acusó al ex ministro de Defensa de recibir millones en sobornos, también se incluye al vice-ministro Timur Ivanov de aceptar millones.
En las informaciones procedentes de Moscú, tenemos que al general Juri Kuznetsov, en una requisa, les ocuparon unos 100 millones de rublos, monedas de oro, y hasta relojes de colección.
La gran pregunta, ¿en la formación de un militar académico ruso, dónde recibió una cápsula de corrupción, que en esa, es lo más parecido a una sentencia de muerte?
Importante es señalar que varios de los implicados en recibir sobornos, se destacaron en la guerra ruso-ucraniana. ¿Cuándo flaquearon?
Es la naturaleza humana una verdadera caja de sorpresa.