Buenos días…
El PLD sigue desinflándose. Parece ser que ni el médico chino podrá salvarlo, y mientras tanto, se espera que en cualquier momento los hermanos Medina Sánchez sean sentenciados por corrupción.
El Ministerio Público, que se ha mantenido muy activo en ese proceso, se olvidó o sepultó definitivamente el expediente por corrupción, donde su protagonista principal fue el hoy general Juan Gerónimo Brown Pérez, acusado de un desfalco de combustible, por más de 85 millones de pesos.
Eso fue en el gobierno de Hipólito Mejía, 2000-2004, en la jefatura de Jaime Marte Martínez. En esa ocasión, Brown Pérez era coronel y la gasolina, en la Policía, desaparecía como por arte de magia.
Por cierto, hay otro expediente donde, siendo director de la AMET, al general Brown Pérez lo involucraron en otro caso de corrupción, esta vez por sobrevaluación de unos equipos.
Y faltan más, general Brown Pérez. Usted tiene otro caso caliente. Además, del apartamento de Juan Dolio. ¿Y así quiere ser jefe de la Policía? Esto se jodió. Si eso ocurre, nos llevará el mismísimo Lucifer.
¡Atención, General Guzmán Badía! Desde Cemento Cibao, en Santiago, nos suministraron nombre y apellido de la persona que dispuso su cancelación en esa empresa. Y nos informaron, además, que fue un mayor general en retiro quien, de inmediato, ejecutó la orden.
Nos encantaría que el subdirector de la Policía, que aspira a jefe de esa institución, promovido por la señora Rita Abinader, explique al país, ¿por qué lo cancelaron tan bruscamente de esa cementera? Nos confirmaron los motivos. Y no fue por nada bueno. ¿General, diga cuáles fueron esos motivos? Fueron feos.
Nos dijo una destacada figura política, del gobierno, que dejemos de tirarle piedras a la Luna, que eso de luchar contra la corrupción, es una falacia, un engaño y una astucia del presidente Luis Abinader, para mantener su populismo por las nubes, porque se está hundiendo.
Pero, además, nos dijo que Abinader no hace caso a las denuncias de corrupción, y puso como ejemplo, los casos de la Policía Nacional, de la DIGESETT, del INTRANT y los 46 expedientes depositados por Milagros Ortiz Bosch en la Procuraduría. Y no hay consecuencia.
Dijo que las inversiones que está realizando Guzmán Peralta, en dos fincas, en Sabana Grande de Boyá, en cualquier otro gobierno, estuviese siendo procesado por corrupción, y sin embargo, Luis Abinader lo mantiene al frente de la Policía.
Por cierto, un equipo de ¡Cógelo, Picante!, estuvo por los predios del Batey Tarana, pero cuando allí se habla, con cualquier ciudadano, sobre la monstruosa propiedad del general Guzmán Peralta, le tiemblan las piernas y comienza a sudar frío.
Por eso es que el señor Concepción se vio obligado a abandonar esa zona e irse para San Francisco de Macorís. Por cierto, tarde o temprano, Guzmán Peralta tendrá que explicar, a este país, cómo adquirió su primera finca, porque nos dicen que por la segunda, pagó 50 millones, uno arriba de otro.
El Ministerio Público, en Higüey, tiene que revisarse. ¿A quién está protegiendo en el caso de la muerte de la adolescente Yeira Encarnación Correa? Circula un audio, donde ella advertía sobre su asesinato, desde luego, horas antes de ocurrir, y ocurrió e identificó a su verdugo.
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