
Las Terrenas, Samaná.– Ángel Sosa, exmilitar del Ejército de los Estados Unidos y ciudadano dominicano, denunció este martes que lleva ocho años en los tribunales sin recibir justicia tras ser víctima de una presunta estafa. Hizo un llamado al presidente Luis Abinader y a la procuradora general de la República, Miriam Germán Brito, así como a la procuradora adjunta Yenny Berenice Reynoso, para que intervengan en su caso, ya que teme por su vida y la de su familia.
Escucha nuestro podcast sobre el tema
«En mi ausencia, mientras servía en Irak, falsificaron mi firma y realizaron un poder sin mi consentimiento. Desde entonces, personas han usurpado mis bienes y, en lugar de recibir la tutela judicial que me corresponde, he sido víctima de denegación de justicia y atropellos», expresó visiblemente afectado.
Sosa denunció que su esposa y su hija han sido perseguidas durante más de tres meses, además de recibir amenazas telefónicas. Incluso —afirma— le sabotearon el vehículo a su esposa, causándole un accidente. A esto se suman amenazas a sus abogados, presionados para abandonar el caso.
“Hoy invito a la prensa para denunciar ante el país, a través de los medios que ustedes representan, que desde 2017 estoy en los tribunales luchando por una causa injusta e infame. En cada audiencia mis derechos han sido atropellados y las vistas son aplazadas por intereses particulares, no jurídicos», denunció.
Sosa explicó que todo comenzó cuando sus propios hermanos, mientras él combatía en la guerra de Irak como militar estadounidense, lo declararon muerto falsamente, falsificaron documentos y vendieron terrenos que le corresponden por herencia. “Esto ocurrió en 2004, y he demostrado con documentos apostillados del Ejército de los Estados Unidos y del Ministerio de Migración que tenía 16 años sin venir al país cuando esos terrenos fueron vendidos”, sostuvo.
Asimismo, denunció que el martes 18 de junio el abogado del Estado de la jurisdicción pretendía realizar un descenso para reconocer derechos sobre un deslinde en favor de quien —según Sosa— intenta despojarlo de sus tierras, lo que considera un paso para ejecutar un desalojo ilegal.
«Solo exijo lo que me corresponde como dominicano. Me embarga la impotencia porque sé que si las autoridades aplicaran la balanza de la justicia, ya habría una sentencia a mi favor. No entiendo por qué, con pruebas periciales del INACIF que certifican que las firmas en los poderes y contratos de venta no son mías, aún no se resuelve este proceso judicial que lleva ocho años», declaró Sosa frente a los terrenos en disputa.
El exsoldado, quien reside actualmente en la República Dominicana, reiteró que cuenta con todas las pruebas documentales para demostrar que fue víctima de una grave falsificación y pidió que se actúe con celeridad para evitar que el caso quede en la impunidad.
Resumen especial
Esta noticia expone la difícil situación de Ángel Sosa, un exsoldado dominicano-estadounidense, quien lleva ocho años luchando en los tribunales dominicanos por un caso de presunta estafa de propiedades. Sosa afirma que sus propios hermanos, mientras él servía en Irak, falsificaron documentos para vender sus bienes heredados y que ha sido víctima de denegación de justicia. El artículo resalta sus temores por su vida y la de su familia debido a persecuciones y amenazas, incluyendo el sabotaje del vehículo de su esposa. Finalmente, hace un llamado urgente al presidente Luis Abinader y a las procuradoras Miriam Germán Brito y Yenny Berenice Reynoso para que intervengan, enfatizando la existencia de pruebas periciales que respaldan su caso y la necesidad de una pronta resolución para evitar la impunidad.