La excelencia tiene nombre: Dío Astacio y el milagro de Costa del Faro, SDE


Por Milton Olivo
En la orilla oriental del Ozama, donde el sol se asoma primero cada mañana sobre la capital dominicana, algo ha cambiado. Costa del Faro, Santo Domingo Este ya no es sólo el municipio más grande del país: ahora es un ejemplo. Un modelo. Un referente nacional. Y todo eso tiene rostro, nombre y manos que trabajan: Dío Astacio.
Era un martes cualquiera, pero en el Ayuntamiento de Santo Domingo Este se celebraba una hazaña que nadie antes había logrado: alcanzar el 100 % en el SISMAP Servicios, un indicador del Sistema de Monitoreo de la Administración Pública que pocos municipios logran dominar. Pero aquí, en esta ciudad viva, caótica y soñadora, la excelencia no fue promesa de campaña ni un eslogan publicitario: fue un hecho. Concreto. Medible. Público.
Dío Astacio, el alcalde que llegó con la fe en alto y las manos limpias, ha demostrado que en la política no todo está perdido. Que se puede gobernar con honestidad, eficiencia y organización. Que se puede administrar un territorio sin convertirlo en un campo de batalla. Hoy, su municipio no solo recoge la basura: la gestiona, la planifica, la transforma en orden y bienestar.
El milagro de la basura
Podría parecer un milagro que en un país donde la basura suele ser protagonista de protestas y titulares, un ayuntamiento haya logrado lo impensable: cobertura total del servicio de recolección, con barrido diario y rutas planificadas. Pero no es un milagro. Es trabajo. Trabajo bien hecho.
El logro tiene múltiples caras: desde los supervisores de rutas hasta la Dirección de Aseo Urbano, pasando por choferes, ayudantes, técnicos, y los cientos de trabajadores que día tras día madrugan para que las calles estén limpias. Todo bajo un diseño estratégico que incluye desde la organización de rutas de recolección, instalación de zafacones y puntos limpios en escuelas, hasta la capacitación certificada del personal operativo e impulso creciente al reciclaje.
No es solo limpieza: es administración de calidad
Más allá de la recolección de residuos, Santo Domingo Este ha convertido su modelo de gestión en una lección de gobernanza moderna. ¿Cómo lo hicieron? Con planificación, datos actualizados sobre la cantidad de residuos generados, un sistema activo de cobro con tarifas diferenciadas, canales de quejas ciudadanas, talleres de mantenimiento para la flota, y la publicación anual de su balance financiero. Un engranaje fino, pensado para durar, donde cada pieza sabe su rol y responde con eficiencia.
La política puede ser decente
“Este reconocimiento es fruto del compromiso colectivo de todas las direcciones municipales, el trabajo diario de nuestros colaboradores y el respaldo de la comunidad”, dijo Astacio con tono sereno, más orgulloso que triunfalista. Porque sabe que más allá del 100 %, lo que ha ganado es algo más valioso: la confianza de su gente. Y no es poca cosa.
En un país marcado por el escepticismo hacia lo público, y los políticos, el caso de Santo Domingo Este se estudia ya como modelo replicable. En cada reunión de alcaldes, en cada foro de gestión pública, en cada análisis sobre eficiencia municipal, el nombre de Dío Astacio y su equipo suena como ejemplo a seguir.
¿El futuro del PRM?
No son pocos los que ven en él una figura política con proyección nacional. En tiempos donde se necesita liderazgo con principios, el alcalde de Santo Domingo Este se perfila como el activo político más importante del Partido Revolucionario Moderno (PRM) para los próximos años. No por discursos, sino por hechos.
Porque, como dice el refrán: “la excelencia no se proclama, se demuestra”.
Y Dío Astacio lo ha demostrado. En el polvo y en el sudor. En los informes y en las calles. Con fe, sí, pero también con estrategia, con equipos, con mediciones, con resultados. Costa del Faro, Santo Domingo Este no es perfecto, pero hoy es el municipio más limpio, más ordenado, más eficiente. Y eso, en esta tierra, ya es una revolución.
El autor es escritor y analista político
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