Bienestar

La OPS lanza nuevo Marco de Calidad HEARTS

Redacción (Fuente externa).– En las Américas, a pesar de la disponibilidad de tratamientos asequibles y efectivos para el control de la presión arterial, solo una de cada tres personas con hipertensión la tiene controlada, expresó la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

Manifestó que, las enfermedades cardíacas y los derrames cerebrales cobran más de 2,2 millones de vidas cada año, y muchas de las víctimas son personas en sus años más productivos.

“La presión arterial alta —un «asesino silencioso»— es el principal factor de riesgo, y que afecta a casi cuatro de cada diez adultos en la región”, dijo.

Para enfrentar esta realidad, la entidad lanzó el nuevo Marco de Calidad HEARTS, una guía práctica publicada en The Lancet Regional Health – Americas, que los países pueden usar de inmediato para mejorar el manejo de la hipertensión y del riesgo cardiovascular, prevenir infartos y accidentes cerebrovasculares, y brindar una mejor atención a través de los servicios de atención primaria en sus comunidades.

El nuevo Marco de Calidad HEARTS traduce experiencias del mundo real en un modelo probado para superar las barreras que impiden que millones reciban la atención que necesitan.

Estas incluyen mediciones inexactas de presión arterial debido a equipos obsoletos, disponibilidad limitada de medicamentos esenciales, tratamientos subóptimos y visitas mensuales innecesarias para renovar recetas.

HEARTS en las Américas es la mayor adaptación mundial de la iniciativa HEARTS de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Actualmente está activa en 33 países de la región, llegando a casi 10.000 centros de atención primaria, con más de seis millones de personas manejadas mediante protocolos de tratamiento estandarizados.

Donde se implementó completamente, seis de cada diez pacientes logran el control de la presión arterial, casi el doble del promedio regional.

Solo una de cada tres personas

El Marco convierte estos éxitos probados en un modelo estructurado que cualquier país puede adoptar y adaptar a sus necesidades.

Propone estrategias concretas, como exigir el uso de tensiómetros automáticos validados, garantizar un suministro continuo de medicamentos de calidad a precios asequibles mediante compras regionales conjuntas, permitir recetas de varios meses, y facultar al personal de enfermería capacitado a ajustar las dosis de medicamentos.

También sugiere herramientas simples de monitoreo mensual para que los proveedores de salud puedan seguir los resultados de los pacientes y realizar los ajustes necesarios en la atención.

En conjunto, estas estrategias apoyan la meta “80-80-80” para el control de la presión arterial: que el 80 % de las personas con hipertensión sean diagnosticadas, el 80 % de los diagnosticados reciban tratamiento, y el 80% de los tratados logren el control de la presión arterial.

La OPS considera que HEARTS ya transforma la atención de la hipertensión y el riesgo cardiovascular.  

En Matanzas, Cuba, las tasas de control aumentaron del 36 % al 58 % en un año, mientras en Chile, pasaron del 37 % al 65 %.

Análisis adicionales en Chile destacaron el retorno económico de la inversión, con el programa recuperando sus costos en menos de dos años al prevenir eventos cardíacos costosos.

Comunidades de Colombia, México, Trinidad y Tobago, entre otros, lograron de manera similar tasas más altas de control de la presión arterial tras adoptar los estándares de atención de HEARTS.

En la República Dominicana, HEARTS es una prioridad gubernamental, que brinda tratamiento gratuito a millones de personas.

El Salvador expandió HEARTS a toda su red de atención primaria de salud, logrando tasas de control cercanas al 70 %, y México también inició la implementación del programa a nivel nacional.

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