

China «ha tomado nota» del anuncio del presidente estadounidense, Donald Trump, sobre su intención de imponer un arancel del 100 % al gigante asiático por sobre cualquier otra tarifa que esté pagando actualmente.
«El 9 de octubre, China emitió medidas de control de exportación sobre tierras raras y otros productos relacionados. Esta es una medida normal del Gobierno chino para mejorar su sistema de control de exportaciones de conformidad con las leyes y regulaciones», explicaron desde el Ministerio de Comercio.
«La declaración estadounidense en cuestión es un ejemplo tÃpico de ‘doble rasero’. Durante mucho tiempo, EE.UU. ha generalizado la seguridad nacional, ha abusado de los controles de exportación, ha adoptado prácticas discriminatorias contra China y ha implementado medidas unilaterales de jurisdicción de brazo largo sobre una amplia gama de productos, incluidos equipos semiconductores y chips», agregaron.
En este sentido, recordaron que «la lista de control estadounidense contiene más de 3.000 artÃculos, mientras que la lista de control de exportaciones de China contiene solo poco más de 900». «Amenazar frecuentemente con aranceles elevados no es la estrategia correcta para dialogar con China. La postura de China respecto a una guerra arancelaria es consecuente: no la deseamos, pero tampoco la tememos», manifestaron.
Además, instaron a Estados Unidos a «corregir sus prácticas erróneas lo antes posible». «Si Estados Unidos insiste en seguir su propio camino, China tomará resueltamente las medidas correspondientes para salvaguardar sus derechos e intereses legÃtimos», concluyeron.
• El mandatario estadounidense anunció su intención el viernes, argumentando que la razón se basaba en la decisión de China de imponer controles a la exportación a gran escala. Además de un arancel adicional del 100 %, planea implementar controles de exportación a todo ‘software’ crÃtico.
• El jueves, China endureció los controles para las exportaciones de tierras raras, cruciales para varios sectores de la industria estadounidense, en respuesta al régimen de exportaciones del paÃs norteamericano, que prohÃbe a las empresas chinas acceder a chips de última generación y a las herramientas para fabricarlos.
Compartir: