SAN FRANCISCO DE MACORÍS, R.D.
El cierre de la funeraria municipal y de la recién inaugurada Plaza La Pulga ha generado preocupación y malestar entre los sectores más vulnerables de esta ciudad, según constató la defensora de los derechos humanos Rebeca Henríquez, durante un recorrido por distintas sectores afectados por las medidas.
Henríquez, reconocida por su activismo en defensa de los derechos fundamentales, recorrió varios barrios de San Francisco de Macorís para escuchar de primera mano las inquietudes de la población.
Uno de los temas más sensibles que identificó fue el prolongado cierre de la funeraria municipal, que lleva más de siete meses inoperativa.
“Este servicio es esencial, sobre todo para las familias de escasos recursos que no tienen cómo costear funerales privados. Su cierre ha dejado a muchas personas en estado de indefensión en momentos de profundo dolor”, declaró Henríquez.
Otro punto crítico de su recorrido fue la situación de la Plaza La Pulga, un espacio inaugurado con el objetivo de impulsar el comercio local y apoyar a pequeños emprendedores. La defensora denunció que el alcalde Alex Díaz ordenó su cierre, alegando problemas de estacionamiento.
“Esta medida ha afectado gravemente a decenas de mujeres emprendedoras, muchas de ellas madres solteras, que dependían de ese espacio para generar ingresos y mantener a sus familias”, explicó.
Henríquez hizo un llamado a las autoridades municipales a reconsiderar estas decisiones que, en lugar de mejorar las condiciones de vida, agravan la precariedad de las comunidades marginadas.
“Es urgente que se escuche la voz del pueblo y se tomen decisiones que promuevan el desarrollo social, no que lo limiten”, añadió.
Su recorrido concluyó con el compromiso de seguir visibilizando estas problemáticas y abogando por soluciones inclusivas y sostenibles para los sectores más necesitados de San Francisco de Macorís.
