Juan Bosch, ex presidente dominicano, estando en el poder expresó: «Más dura una cucaracha en un gallinero que un golpe de Estado…».
Al extenderse a 7 meses su gobierno, el propio mandatario lo justificó, diciendo que “la gallina Americana no come cucarachas”.
Es la realidad que se observa en Honduras, donde la presidenta Xiomara Castro rompió el tratado de extradición con Estados Unidos, luego de ser requeridos y enviados a la jungla de cemento unas 48 personas -algunas con rangos- implicadas en problemas de narcotráfico.
De inmediato, se produjo un cierto movimiento en la administración, y la mandataria nombró a la abogada Rixi Moncada Godoy, ministra de Defensa.
Obviamente, la administración de la presidenta Xiomara Castro no ha dudado en acusar a la embajadora de Estados Unidos de fastidiar en los asuntos internos hondureños.
En realidad, desde que el expresidente Juan Orlando Hernández, al concluir su mandato fue apresado y enviado a Estados Unidos, las miradas del Tío Sam y las garras del águila, no se han alejado de Honduras, al extremo de temer la presidenta un golpe de Estado.
Mientras crece el temor de golpe de Estado en Honduras y la nueva ministra de Defensa ocupa su lugar, el general Roosevelt Hernández, ¿a quién responde?
En cuanto se desarrolla la crisis en Honduras, en la inmediatez del tiempo, ya la gran prensa se está refiriendo al gobierno izquierdista de Xiomara Castro. ¿Sobrevivirá ella para contarlo?