AYUDAME A SALVAR UNA VIDA
REFLEXIONES…
Hola, amigos, ¿qué tal? Merhaba, arkadaslar, ¿nasilsiniz?
“El bien se hace en silencio, el resto es teatro”, fue ésta una frase que reenvió alguien por las redes con la que por mucho me identifiqué, sin embargo, con el tiempo he aprendido que estamos viviendo en un mundo donde lo que más suena, es el mal.
Estamos plagados de malas noticias, de malos ejemplos, de mensajes muy dañinos, de opiniones aparentemente de gran peso, que lo único que quieren es llevar a la humanidad por el camino del desastre y la destrucción de sus valores y principios morales, de la patria de algunos y de la integridad de la sociedad.
Frente a esta realidad he tenido que aprender que no podemos seguir en silencio, ocultos, con modestia, trabajando para contrarrestar estos males.
Por esta razón exhorto a todos los que viven haciendo el bien que lo den a conocer para que sirva de ejemplo a los demás, de inspiración, de motivación, de esperanza a quienes creen que todo está perdido.
Los mayores perdedores son nuestros niños y adolescentes, quienes, frente a tanta perversidad, negatividad, y malos ejemplos, se sienten confundidos y van creciendo en un mundo que les vende una sociedad materialista, sin principios, en la que les predican que la felicidad consiste en ganar dinero y hacer lo que les venga en ganas.
Cuando pedimos perdón porque hemos pecado mucho de pensamientos, palabras, obras y omisión, debemos cuestionarnos si omisión implica hacer silencio cuando hacemos el bien, evitando que los demás vean que Dios esta en todas partes y que el Espíritu Santo esta vivo en el corazón de quienes cumplen con el mandato del Señor, de ayudar al prójimo como a sí mismo.
Víctor Martínez ha mencionado muchas veces su imperfección, y si algo siempre he hecho es dejarle saber a todos que soy un hombre con muchas debilidades y limitaciones, sin embargo, no me canso de buscar al Señor, de pedir perdón, de predicar su Palabra y de luchar por mi santidad, no me rindo, persevero tras una transformación espiritual que me haga sentir un día digno de Mi Dios, es esta una de las razones por las que siempre he ejercido la caridad hasta sentir carencias, por las que me he dedicado a escuchar, a dar amor, a llevar paz, a sanar corazones y a sembrar la semilla del amor de Dios en todo el que se cruza en mi camino.
Tú también puedes, sal del silencio y aunque muchos quieran acusarte de actor, no importa, ayuda a tu prójimo cada vez con más fervor y déjalo saber si es necesario, ¿por qué no?, pudiera servir de ejemplo a muchos que te van a querer imitar.
Hay que contrarrestar el mal con el bien, tal como nos dice el Padre en Juan 8, nosotros somos luz del mundo, no podemos andar en tinieblas, somos luz de vida, en Lucas 11 nos dice: “Nadie enciende una lámpara para esconderla, o ponerla debajo de un cajón. Todo lo contrario: se pone en un lugar alto, para que alumbre a todos los que entran en la casa.”
Anda, enciéndete como luz del Señor y deja que todos vean tu ejemplo de amor, de hombre de paz, desprendido, honrado, transparente, y así estarás ayudando al Padre a salvar la humanidad.
Este mensaje ha llegado a todos ustedes gracias al apoyo recibido por Jenny Ventura.
Hasta la próxima.