Citada por el Congreso, la jefa del Servicio Secreto de Estados Unidos, asumió la responsabilidad del atentado (cuasi-magnicidio) contra el aspirante presidencial Donald Trump.
Adelantando que no renunciará y que reforzará la protección al expresidente Donald Trump.
En realidad, las fallas en la responsabilidad de los oficiales, debe ser asumida por su directora-jefe. ¿Igual aquí?
Aunque la señora Kimberly Cheatle, la directora del SS estará en el cargo, hasta que se produzca el cambio de mando, y hasta podría irse en caso de que los demócratas puedan retener el poder.
El poder del Congreso, en Estados Unidos, es real. ¿Igual que aquí? Pero, resulta prácticamente imposible que un funcionario no responda cuando los hacedores de leyes reclaman su presencia.
Mientras la inteligencia en Estados Unidos se sumerge en el árbol familiar de Thomas Matthew y sus conexiones, ¿su nombre ya figura entre los grandes del crimen de gruesos calibres?
Las principales víctimas de atentados, conforme registros históricos, fueron republicanos, excluyendo a los Kennedy.
Los mandatarios del Partido Republicano, empezando por Abraham Lincoln, víctima de John Wilkes, mientras James Garfield, fue acribillado a tiros por el abogado Charles Guiteau, y murió días después.
Asimismo, el también republicano fue asesinado mientras programaba su reelección.
Otro republicano con mucha suerte, Ronald Reagan, también republicano, sobrevivió al atentado.
¿La violencia se crece en administraciones demócratas?
