

Por Alberto Quezada
El Partido Revolucionario Moderno (PRM) enfrenta un escenario complejo en su proceso de definición de candidatos presidenciales de cara a las próximas elecciones nacionales que se llevarán a cabo en el 2028.
Diversos perfiles, con orígenes y estilos distintos, pugnan por representar el futuro del partido y, por ende, del país. Este análisis introductorio presenta las características esenciales de ocho figuras que configuran un abanico plural y desafiante.
Entre los aspirantes con raíces políticas tradicionales destaca Guido Gómez Mazara, un dirigente con experiencia y un discurso fuerte que apela a sectores críticos y urbanos. Sin embargo, su estilo confrontacional limita su alcance entre el electorado más moderado.
En el plano técnico, sobresalen Eduardo “Yayo” Sanz Lovatón, gestor público con bajo perfil mediático, y Welinton Arnaud, un organizador interno con amplia experiencia administrativa. Ambos proyectan estabilidad y eficiencia, pero enfrentan el reto de conectar con las bases populares y ganar visibilidad.
El liderazgo tecnocrático también está representado por la actual vicepresidenta Raquel Peña, cuya imagen limpia y gestión administrativa le otorgan credibilidad, aunque su falta de base partidaria propia reduce su proyección como candidata principal.
La renovación y modernidad encuentran expresión en figuras como David Collado y Carolina Mejía. Collado, exalcalde y empresario, combina carisma y resultados visibles, especialmente entre los jóvenes urbanos, mientras Mejía, alcaldesa del Distrito Nacional, apuesta a la institucionalidad y al capital simbólico familiar. Ambos deben trabajar en ampliar su base territorial para consolidar su liderazgo.
Por su parte, Víctor D’Aza representa la militancia y la estructura interna del PRM. Su experiencia en negociación y organización lo posiciona como un candidato con fuerte respaldo en el aparato partidario, aunque con poca visibilidad pública.
Finalmente, el legado político y la experiencia internacional convergen en Tony Peña Guaba, quien combina la historia familiar con una visión estratégica global. Su desafío es superar la percepción elitista y ampliar su base electoral.
Este mosaico de aspirantes refleja las tensiones internas del PRM entre continuidad y cambio, técnica y carisma, estructura y novedad. El éxito dependerá no solo de sus capacidades individuales, sino de su habilidad para conectar con un electorado diverso y en transformación.
En las próximas entregas, profundizaremos en cada uno de estos perfiles para entender mejor sus fortalezas, debilidades y su verdadero potencial en la carrera presidencial.
El autor es periodista y magíster en derecho y relaciones Internacionales. Reside en Santo Domingo. quezada.alberto218@gmail.com
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