Santo Domingo, RD. La embajadora de Canadá en el país, Christine Laberge, afirmó que esa nación prioriza en las relaciones comerciales y económicas que propicien un cambio profundo que elimine las barreras sistémicas y las normas discriminatorias que impiden la igualdad.
La pronunciar este jueves la conferencia virtual sobre “las nuevas oportunidades para las mujeres en la reactivación de la economía post COVID-19”, la diplomática destacó que su gobierno promueve una política exterior feminista y la inclusión basada en los derechos humanos.
Laberge precisó que “Canadá priorizado dar apoyo a movimientos feministas y a organizaciones de derechos de las mujeres a través del programa de Voz y Liderazgo de Mujeres, que contribuye a mejorar el empoderamiento económico, la salud y el bienestar de las féminas, incluidos los derechos sexuales y reproductivos”.
La funcionaria manifestó que “con el Fondo Canadá, nuestra embajada proporciona financiamientos a organizaciones no gubernamentales y de base, de esa manera, Canadá apoya enfoques innovadores, estratégicos y receptivos a los problemas que afectan a las mujeres”.
En la actividad remota tuvo efecto para celebrar también los 10 años de asociación de BRA con la Iniciativa Global Clinton, e incluyó las palabras de Ulrick Gaillard, presidente-fundador de BRA; Togarma Rodríguez, presidenta de BRA Dominicana; Nexcy De León, vicepresidenta y Gustavo de Hostos, presidente de la Cámara de Comercio Dominico-Canadiense en la República Dominicana, entidad que coorganizó este evento.
El presidente-fundador de BRA, Ulrick Gaillard, señaló que “a medida que un nuevo optimismo económico está resurgiendo con la contemplación de una era inminente postpandemia, invertir en las mujeres, como se ha demostrado, puede ser un gran estímulo para el crecimiento de la economía mundial”.
Resaltó que en este 24 aniversarios de BRA han sido muy fructíferos, 10 de los cuales mantienen relación con la Iniciativa Global Clinton, que el permitió ejecutar varios “Compromisos de Acción” de empoderamiento de las mujeres que viven en condiciones de pobreza y de vulnerabilidad en las zonas fronterizas de Haití y los bateyes del país.
Aquí se ejecutaran programas de desarrollo económico y agrícola sostenible y proporcionando agua potable a comunidades rurales; mejorando la nutrición materno-infantil en Perú; y ayudando a mitigar la propagación del virus zika.