Redacción (Agencias).- Una reciente investigación vincula la grasa visceral, aquella que se acumula en la parte profunda del abdomen, con las proteínas anormales en el cerebro características del alzhéimer, lo que ayudaría a predecir la enfermedad hasta 20 años antes de que aparezcan los primeros síntomas de demencia, informa el portal especializado News Medical.
Los resultados señalan que las modificaciones del estilo de vida destinadas a reducir este tipo de grasa corporal podrían influir en el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer, según el estudio presentado el 2 de diciembre en la reunión anual de la Sociedad Radiológica de Norteamérica (RSNA, por sus siglas en ingles).
Los científicos llegaron a esa conclusión al investigar la patología de la enfermedad de Alzheimer ya en la mediana edad, entre los 40 y 50 años, cuando está en sus primeras etapas, según Mahsa Dolatshahi, autora principal del estudio, del Instituto Mallinckrodt de Radiología de la Universidad de Washington en St. Louis, Missouri.
Los expertos se centraron en el vínculo entre los factores modificables relacionados con el estilo de vida, como la obesidad, la distribución de la grasa corporal, así como los aspectos metabólicos, y la patología de la enfermedad de Alzheimer.
Para ello, analizaron a 80 personas cognitivamente normales con una edad promedio de 49,4 años, donde un 57,5 % de los participantes eran obesos.
Todos se sometieron a una tomografía por emisión de positrones cerebral, una resonancia magnética corporal y una evaluación metabólica (mediciones de glucosa e insulina), así como a un examen de lípidos (colesterol).
Se realizaron resonancias magnéticas del abdomen para medir el volumen de la grasa subcutánea —la que se encuentra debajo de la piel— y la grasa visceral —aquella grasa oculta profunda que rodea los órganos, como el corazón, el estómago y el hígado.
Ayudaría a predecir la enfermedad
Los hallazgos revelaron que los niveles más altos de grasa visceral estaban relacionados con un aumento de amiloides (proteínas anormales que se acumulan y forman depósitos en el cerebro), lo que explica el 77 % del efecto de un índice de masa corporal elevado en tal incremento.
El estudio también encontró que una mayor resistencia a la insulina y un nivel más bajo de HDL (colesterol bueno) están asociados con un nivel elevado de amiloides en el cerebro.
Los efectos de la grasa visceral sobre la patología amiloide se redujeron parcialmente en las personas con un nivel más alto de HDL.
Otros tipos de grasa no resultaron vinculados con el aumento de la enfermedad de Alzheimer relacionada con la obesidad.
Por RT
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