Un desastre gerencial caracteriza la operatividad día tras día en el Tribunal Superior de Tierras del Departamento Central en la capital, de acuerdo con denuncias de abogados que se quejan por la ineficacia en el servicio que se ofrece al país desde esa jurisdicción.
Los letrados deploran que en una época en la que impera la tecnología de la información y el conocimiento, para tan solo entregar un documento hay que hacer una fila que comienza afuera en la Avenida Independencia desde las 5:30 de la mañana para entonces ver si es posible alcanzar a que les entreguen tickes a las 8:00 a.m. cuando los servidores administrativos inician sus labores.
Pero el problema no se detiene ahí, pues aseguran que en el Departamento de Recepción y Retiro de Documentos en la cuarta planta del Tribunal Superior de Tierras no hay forma ni iniciativa de automatizar los servicios que cuestan tiempo y dinero a los abogados, a la mensajería y a cualquier persona que acuda a una diligencia procesal.
Sobre ese problema se han producido quejas anteriores pero nadie responde ni motoriza una acción tendente a solucionarlo y en cambio se mantiene el caos como modus operandi.
Los juristas se quejaron además de que ni el Colegio de Abogados de la República Dominicana (CARD) ni la Asociación Dominicana de Abogados (ADOMA) se solidarizan ni se comprometen a tener un acercamiento con las autoridades ni con las altas instancias del Poder Judicial para poner fin a esa deficiencia que constituye una vergüenza para el sector.