Sin tener el olfato de sabuesos de cada rincón de Europa, los ciudadanos perciben el olor a sangre.
Incluso, antes de viajar a los países del otro lado, el líder ruso Vladimir Putin, los analistas se preguntaban, ¿qué se cocina para tal desplazamiento del número uno del Kremlin?
Circuló en las redes que China y Rusia alertaron a los civiles de Ucrania para que abandonen las ciudades, pues así estarían salvando la vida, pues la furia de las armas será de muertes.
Kaliningrado y Sebastopol, en la mira de Ucrania, puso a la olla al borde de estallar.
Se recuerda, y así los documentos de historia los confirman, que Rusia llamó a sus reservas militares durante la primera y segunda gran guerra, y ahora regresan a servicios para asumir la defensa de la nación.
En medio de la tensión que se vive y visualiza en Europa, preguntamos, ¿cuántas conferencias en procura de la paz se realizaron en plena segunda guerra hasta su formación, y por qué ahora será diferente?
Antes de concretar un alto al fuego, cientos abonarán la tierra. Esa luce ser la idea de los líderes.
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