La matanza en Haití, un mensaje claro y preciso a Garry Conille

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Por Augusto Álvarez

Más de 20 ciudadanos asesinados por bandas criminales, que tomaron por asalto una subcomisaría en las afueras de Puerto Príncipe, y luego destruyeron la edificación, constituye un claro desafío, no solo a los policías kenianos, sino, a las autoridades de Haití, que realmente, son infuncionales.

El vandalismo tuvo lugar en Gressier, entre el domingo 30 y el amanecer del primer día de julio, de acuerdo a lo informado por el presidente del Consejo Provisional de Haití.

Explicó el ejecutivo haitiano, que los pandilleros demolieron la edificación, tras provocar las ejecuciones de ciudadanos.

Se atribuye a una banda criminal que se identifica como «Viv Ansanm».

Precisamente, esa banda está siendo dirigida por el líder criminal Jimmy Chérizier, Barbecue.

Se recuerda que la pandilla G9 y Familia, de Barbecue, hizo en marzo de este mismo año una alianza con Viv Ansanm para atacar el aeropuerto de Puerto Príncipe.

Al parecer, los pandilleros aprovecharon la salida a Estados Unidos del primer ministro, Garry Conille, para cometer su matanza.

Pareció como un mensaje claro y puntual a Conille, de que los problemas de Haití se resuelven en Haití, no fuera del país.

Expertos conocedores de la crítica situación en Haití, sostienen que las bandas seguirán desafiando y sometiendo a su obediencia a los sectores más vulnerables de la población, además, de desafiar la presencia de los policías kenianos, tal y como recién se expresó el propio Jimmy Cherizier (Barbecue).

Agregan los expertos que el asedio a la policía local, así como a los llegados de Kenia, se mantendrá, hasta la llegada del completo de las fuerzas de ocupación.

Ahora bien, hay que esperar lo que dice Barbecue, si se atribuye o no el ataque, porque para nadie es un secreto que en Haití hay numerosas bandas criminales, y éste ex policía, hoy convertido en el número uno entre los criminales haitianos, no se anda con rodeo, ni se oculta, siempre admite sus acciones terroristas.

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