Buenas tardes…
La Ley 1-24, que transforma el DNI y lo convierte en un organismo súper poderoso, fue creada por el actual gobierno de Luis Abinader, y atenta, incluso, contra el secreto de confesión.
Esa ley, que es defendida a rajatabla por el Consultor Jurídico del Poder Ejecutivo, constituye un golpe mortal al secreto profesional.
El sacerdote que no quiera ir a la cárcel, debe saber que ya no habrá secreto de confesión, que ese sacramento ha sido abolido por la Ley 1-24, para los dominicanos.
El candidato presidencial del PRM, Luis Abinader, dice que no se involucró en la Ley 1-24… ¡Ay ñeñe! Debe contar otra novelita, que esta cayó muy mal.
El 22 de junio del 2021, el presidente Luis Abinader envió al Senado de la República el proyecto de ley con el que buscaba transformar al DNI. ¿Y entonces…?
Esa ley es perturbadora, abusiva, represiva e inconstitucional, es un golpe demoledor a la democracia dominicana.
Es una mordaza a quienes hacen labores de opinión pública…Busca controlar a los medios, a los periodistas y comunicadores, incontrolables.
Por cierto, la Ley 1-24 comenzó a dar su fruto, primero fue un camarógrafo y ahora un médico.
Lo que pasó en Ocoa con el doctor Demetrio Wazar Gómez, no ocurrió ni siquiera en los fatídicos 12 años de Balaguer (1966-1978).
Sin incurrir en ningún delito, ese médico fue torturado, humillado, tratado como un vulgar delincuente, por orden de una coronel, al servicio de la avanzada del presidente Luis Abinader.
Lo grande, la madre del abuso, fue que, después del médico estar tras las rejas, en la cárcel de la Policía Nacional, en Ocoa, la cruel y despiadada coronela, pidió a los presos que lo majaran.
El médico narró que fue tratado como un criminal, maltratado, vejado, atropellado, encadenado, esposado, subido a una camioneta y golpeado.
Por cierto, Dr., usted tuvo suerte que no fue ejecutado o víctima de un intercambio a tiros…
Ya lo sabemos, la Ley 1-24 obliga al ciudadano a revelar su fuente, porque de no hacerlo, iría a la cárcel. ¡Ave María Purísima!
¡Atención, país! Fue un fiscalizador quien ordenó la libertad del médico, que fue apresado y torturado en Ocoa, y permaneció casi 24 horas preso.
Dice ADOCCO que en un “Estado Social y Democrático de Derecho”, lo que le pasó al médico en Ocoa, no debe ocurrir. ¿Y dónde queda eso?
A propósito de ejecuciones, ¿y dónde es que está esa cosa que algunos llaman Ministerio Público independencia?
Hay un proverbio judío que dice: Con una mentira suele irse muy lejos, pero sin esperanzas de volver.
Nos vemos… Vamos rumbo a Miches. Nos dice un poderoso personaje que este gobierno ha convertido esa población en una tacita de cristal.
Pero le recuerdo, el artículo 11, de la Le 1-24, establece: Entrega de información.
Y dice: “Todas las dependencias del Estado, instituciones privadas o personas físicas (usted, está en esta categoría), sin perjuicio de las formalidades legales para la protección y garantía del derecho a la intimidad y el honor personal, estarán obligadas a entregar a la Dirección Nacional de Inteligencia (DNI) todas las informaciones que ésta requiera sobre las cuales se tengan datos o conocimiento, relativas a las atribuciones señaladas en el artículo 9 de esta ley, para el cumplimiento de sus funciones de inteligencia y contrainteligencia, a los fines de salvaguardar la seguridad nacional”.
La entrada Ley 1-24 pone a temblar el secreto de confesión… ¡Cógelo, Picante! se publicó primero en Relámpago Informativo.