Por la Redacción
SANTO DOMINGO, R.D.
Como la felicidad dura poco en casa de pobre, ya nadie habla de los famosos circuitos de 24 horas.
Esos circuitos estaban en la mayoría de los barrios de casi todas las ciudades del país.
Es decir, el servicio eléctrico era estable, todos los días, 24 horas. En muchos lugares, los apagones habían desaparecido y la tarifa eléctrica, subía y bajaba.
En los circuitos “24 horas”, una vez por semana, durante varias horas, se producía un “apagón por mantenimiento”.
Ahora eso cambió. Lo que hay son apagones y “prendiones”.
“Prendiones” que en ocasiones convierten algunos sectores en “un arbolito”.
Esto ocurre en todo el país, y Santo Domingo Este no escapa a esa situación, es víctima de los fastidiosos apagones que se producen a cualquier hora del día, de la noche o la madrugada.
La infraestructura eléctrica en el país, que a menudo enfrenta problemas de mantenimiento y modernización, ahora parecen estar en cuidado intensivo, moribunda, pues la crisis eléctrica es la peor de los años.
Y a pesar de la ola de apagones y prendiones, en todo el país, que ha provocado protestas por dondequiera, la tarifa eléctrica, cada mes llega más cara.
Y parece que la crisis de las EDES es tan grave, que desde Edeeste, por ejemplo, están cobrando el servicio eléctrico, vía telefónica, a personas que ni siquiera tienen contratos.
De acuerdo con técnicos de las mismas EDES, hay un descuido de mantenimiento de las plantas generadoras y de las redes de transmisión y distribución.
Otros dicen que el gobierno no se ha preocupado en aumentar la capacidad de generación de electricidad para satisfacer la demanda creciente.
También señalan que la dependencia de fuentes de energía no renovables, como el petróleo y el carbón, estarían afectando la estabilidad del suministro.
Algunos creen que las pérdidas en la distribución, como robos de electricidad y mantenimiento inadecuado, contribuyen a la inestabilidad en el suministro.
Hay expertos que sostienen que las fallas técnicas en las plantas generadoras o en las redes de transmisión, también causan los apagones inesperados.
Y esas fallas se producen, sostienen, por falta de mantenimiento.
Sin lugar a dudas, los apagones afectan la productividad de las empresas y pueden causar pérdidas económicas significativas.
Las Interrupciones
Lo que es una realidad es que, las interrupciones o apagones en el suministro eléctrico están afectando la vida cotidiana, como la iluminación, la refrigeración de alimentos y el acceso a servicios esenciales.
Incluso, desde algunas ciudades se ha denunciado que los apagones han afectado el funcionamiento de centros de salud y servicios médicos.
La gestión ineficiente del sector eléctrico en los últimos 4 años, sin lugar a dudas, ha contribuido con la ola de apagones y que los ciudadanos estén pagando tarifas más altas, teniendo que cubrir los déficits financieros, provocados, incluso, por la deficiencia de los funcionarios.
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