Por Augusto Álvarez
Muchas inversiones de políticos haitianos, Michel Martelly, por ejemplo, funcionan entre nosotros, y ahora tras las acusaciones de Estados Unidos al expresidente del país vecino, de estar involucrados en narcotráficos, ¿qué dirán nuestras autoridades?
El hábito oficial de apresar a miles de braceros reclutados por empresarios y deportados, parecería ser la principal labor de las autoridades migratorias, mientras en lujosos residenciales, expertos en negocios ilícitos, hasta de protección oficial disfrutan.
La casi totalidad de dictadores y criminales de Haití, al caer, corren a la parte dominicana de la isla, y desaparecen entre la población.
Corre la versión de que expertos de la DEA estarían investigando conexiones de Martelly en lugares privilegiados de la capital y hasta de dos provincias del Sur.
Mientras, en Migración se dificulta la obtención de un permiso para un menor salir del país, además de que hacen falta libretas, pero sobran los agentes para recoger y deportar a los haitianos «wa-wa-wa».
Ahora, al rastrearse por parte de la DEA posibles inversiones del expresidente haitiano Michel Martelly, es posible que sean movidas varias piezas vinculadas a las investigaciones. ¿Qué creen?