LIMA, Perú (SERI)
Uno de los dictadores más crueles y sanguinarios que ha tenido América Latina, Alberto Fujimori, murió este miércoles, meses después de haber anunciado su intención de retornar a la política como candidato presidencial, en los comicios previstos para el año 2026, a pesar de su impedimento por haber sido condenado por sus crímenes.
Fujimori se encontraba en libertad, luego que el Tribunal Constitucional validara su repudiado indulto.
Alberto Fujimori, de 86 años, murió un día 11, fecha en que otro sanguinario dictador, Augusto Pinochet, sepultó la democracia en Chile, asesinando al presidente Salvador Allende, un presidente revolucionario, que cayó abatido defendiendo la democracia.
Pero, además, un 11 de septiembre, en el 2001, terroristas atacaron los históricos edificios conocidos como los gemelos, en Nueva York.
Nacimiento el 28 de julio de 1938, Lima, Perú, y era de ascendencia japonesa.
El anciano ex dictador peruano cayó derrotado tras una larga batalla contra el cáncer y varias afecciones producto de su avanzada edad.
De acuerdo con sus allegados, Fujimori, en los últimos días, el estado de salud del viejo criminal se habría deteriorado bruscamente.
Se ha informado, igualmente, que previo a su fallecimiento, el anciano había sido visitado por un sacerdote.
Su muerte fue informada por su hija, Keiko Fujimori, quien en su cuenta de X, escribió: “Después de una larga batalla contra el cáncer, nuestro padre, Alberto Fujimori acaba de partir al encuentro del Señor. Pedimos a quienes lo apreciaron nos acompañen con una oración por el eterno descanso de su alma”.
Fujimori tenía muchos pecados, pues fue acusado de ordenar decenas de asesinatos de personas que lo adversaron durante su dictadura en Perú, especialmente dirigentes políticos de izquierdas, estudiantes y líderes obreros, además de los integrantes del grupo guerrillero Sendero Luminoso.
Su verdadero nombre era Alberto Kenya Fujimori Inomoto, y fue presidente de Perú entre 1990 y 2000.
Fue elegido presidente en 1990, reelegido en 1995 y, de forma controvertida, de nuevo en 2000, en medio de acusaciones de fraude electoral.
Pero, ante las crecientes denuncias de corrupción generalizada, crímenes de lesa humanidad y la difusión de los vladivideos, Fujimori se vio obligado a huir hacia su país de origen, Japón.
Cinco años después, el 2005, fue capturado en Chile y extraditado a Perú.
Aquí, fue juzgado y condenado a 25 años de prisión por múltiples cargos, entre ellos violación de derechos humanos y malversación, quedando en libertad en diciembre de 2023, tras una controvertida orden judicial, que validó un indulto presidencial.
