Historia de Mateo Aguerre
URUGUAY.-. El expresidente José Mujica solicitó a sus pares latinoamericanos Gustavo Petro, Lula da Silva y Xiomara Castro que redoblen esfuerzos por la unidad regional, en una carta divulgada antes de la Cumbre de la CELAC.
Desde Uruguay, Mujica apeló a la necesidad de solidaridad continental, destacando que está “al final de su partido” y que la integración es esencial frente a los desafíos globales y tecnológicos.
Mujica pidió voluntad política para construir integración regional
En una carta enviada a los presidentes de Colombia, Brasil y Honduras, el expresidente uruguayo José Mujica instó a retomar con fuerza el camino hacia la integración regional latinoamericana, de cara a la Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).
El texto fue difundido por la Presidencia de Colombia, y en él Mujica subrayó que los desafíos globales “se deciden lejos de nuestra mesa”, y por eso es esencial “hacernos oír colectivamente en el escenario internacional”.
Una despedida con mensaje político: “Estoy al final de mi partido”
Con tono reflexivo y emotivo, Mujica expresó que su ciclo político está llegando a su fin:
“Queridos amigos, ustedes me tienen que perdonar porque yo estoy al final de mi partido…”, escribió, solicitando que no abandonen la causa de la integración regional.
Advirtió que no se trata de crear nuevas instituciones, sino de tener la “voluntad política” para pasar de la retórica a acciones concretas de cooperación.
Llamado directo a Petro, presidente pro témpore de CELAC
En la misiva, el exmandatario uruguayo hizo un llamado especial al presidente colombiano, quien asume la presidencia pro témpore del bloque regional.
“Te toca, querido Petro, liderar esta oportunidad que representa nuestra Comunidad… consciente de que la deuda social del continente está ligada al problema de integración”, escribió.
Desafíos comunes: tecnología, comercio e innovación social
Mujica planteó que América Latina enfrenta grandes desafíos en materia de comercio internacional, innovación tecnológica y justicia social, y que estos deben abordarse desde la unidad regional y la cooperación entre países.
Subrayó que la innovación no solo proviene de lo tecnológico, sino también del cambio en las formas de actuar y de cooperar:
“No alcanza con unirnos, debemos caminar juntos”, concluyó.

Contexto: integración en un momento clave para América Latina
La carta de Mujica se da en un momento clave para la CELAC, que busca reposicionarse como mecanismo de concertación regional frente a la influencia de otros bloques y organismos multilaterales.
La presidencia pro témpore de Colombia representa una oportunidad para revitalizar la agenda de integración, en medio de nuevas tensiones geopolíticas y retos compartidos, como el cambio climático, la migración y la desigualdad estructural.
Organismos como la ALADI, la CAF y el propio Mercosur han insistido en los últimos meses en la necesidad de proyectos concretos y sostenibles, que trasciendan la diplomacia y lleguen a la ciudadanía.
Un legado que trasciende fronteras
Con esta carta, José Mujica vuelve a posicionarse como una voz de referencia ética y política en América Latina. Su mensaje, más allá de los cargos, apela a una visión histórica de unidad que trasciende diferencias ideológicas y coyunturas electorales.
En un continente marcado por desigualdades estructurales, tensiones políticas y desafíos globales compartidos, la advertencia de Mujica resuena con fuerza: “No dejen apagar la llama de la integración y la solidaridad regional”.
La Cumbre de la CELAC, con Colombia a la cabeza, marcará un nuevo capítulo en esta agenda común.
La incógnita es si los actuales líderes estarán dispuestos a transformar esa llama en acción concreta o si el llamado del expresidente uruguayo quedará, una vez más, como un testimonio solitario de lo que pudo ser.