Buenos días…
Nos han confirmado que, ciertamente, el Gobierno dominicano no ha sido invitado a la toma de posesión del presidente Donald Trump.
Esa, de ser cierta, y nosotros creemos en la fuente, es una noticia nefasta para nuestro país.
Que Estados Unidos, nuestro principal aliado, y especialmente, que las nuevas autoridades estadounidenses, no confíen en el gobierno dominicano, eso da grima y crea temor. ¡Ave María Santísima!
En Estados Unidos, específicamente en el Departamento de Justicia, y en algunos organismos de Inteligencia, hay un gran descontento con República Dominicana, por la forma en que se ha manejado el gobierno del PRM y Luis Abinader, específicamente en materia judicial, de narcotráfico y de inseguridad.
De acuerdo con la fuente, el equipo de Trump tiene “cierta confianza” en la DNCD, pero le inquieta la “no detención” de narcotraficantes.
Y en cuanto a la justicia, nos cuentan que los próximos inquilinos de la Casa Blanca, creen que la DNCD está totalmente controlada por el gobierno del PRM, que por eso no atrapan a narcotraficantes, que se dicen están vinculados a ese partido. ¡Bueno!
Pero, lo que no se explican es que en materia de seguridad, el presidente Luis Abinader no tome decisiones contundentes en favor de la población, resaltando -según la fuente- que a nivel de la Policía Nacional, sobresalen las ejecuciones extrajudiciales, las denuncias de casos de corrupción y las torturas son frecuentes»
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Pero, eso no es lo peor, sospechan que la mayoría de los generales dominicanos, activos (en funciones), especialmente de la Policía Nacional, figuran en una lista negra, y algunos de ellos “fichados” por el Tío Sam, porque supuestamente han “protegido” a conocidos narcotraficantes, y otros, estarían ligados a legisladores “vigilados” por los gringos.
Ah, ciertamente, el presidente Trump tiene en su carpeta la declaratoria de “terrorismo” al narcotráfico.
Otra cosa, para que no jueguen con candela, el detective Ángel Martínez es, sin lugar a dudas, uno de los comunicadores que goza de mayor confianza en el Departamento de Justicia de EE.UU.
Pero no solo eso… Este veterano detective no amaga ni amenaza, pero cuando pega, lo hace duro y contundente. Sus denuncias, sus advertencias están muy bien documentadas. Eso nos reveló alguien ligado a un organismo de Inteligencia norteamericano. Y al que le pique, que se raque.
¡Qué vergüenza! Nos informaron que la Dirección General de la Policía Nacional no envió una comisión de oficiales generales a los funerales del periodista y brigadier retirado, de esa institución.
Parece que el jefe de la Policía está en todo, menos en lo que tiene que estar, porque la inseguridad ciudadana, cada día, es peor y las denuncias de corrupción, a lo interno de la Policía, son más frecuentes.
Pero, Guzmán Peralta no es el responsable, sino, el presidente Abinader que, tarde o temprano, sufrirá las consecuencias de la inseguridad ciudadana, de los actos de corrupción y escándalo a lo interno de la Policía Nacional. Y esto, por no hacer lo cambio que debe de hacer.
Por cierto, la ministra de Interior y Policía, Faride Raful, debe investigar, ciertas informaciones que dan cuenta de que hay un capitán de la Policía Nacional, allegado o asistente de Guzmán Peralta que construyó una casa, recientemente, que ronda los 30 millones de pesos, y que “figurín” fue el invitado especial.
Lo único que le decimos al presidente Abinader es que guerra avisada no mata soldado, y si lo mata, es por descuidado. Es igual, que al camarón que se duerme lo lleva la corriente. Usted cumplió con sus compromisos, el que no hizo su trabajo, para su casa, y no se tire vaina por nadie.
