
Los tres rehenes israelíes liberados este sábado se reunieron con sus seres queridos en emotivas escenas en el hospital después de 484 días de cautiverio en Gaza.
Ofer Kalderon y Yarden Bibas, el padre de los dos cautivos más jóvenes, fueron los dos primeros rehenes en ser liberados este sábado. El rehén israelí-estadounidense Keith Siegel fue liberado por separado más tarde.
Imágenes fmostraron a Kalderon abrazando a sus cuatro hijos en el Hospital Sheba en el centro de Israel.
«Se acabó, papá. Ahora estás con nosotros», le dijeron, según el video.
Mientras tanto, se ve a Bibas llegando al mismo hospital y abrazando a su madre, Pnina. Anteriormente se había encontrado con su hermana Ofri y a su padre Eli. La esposa de Bibas y sus dos hijos pequeños fueron capturados durante los ataques terroristas del 7 de octubre, y no se sabe si están vivos o no.
En un comunicado publicado a través del Foro de Familiares de los Rehenes, la familia de Bibas dijo: “Una cuarta parte de nuestro corazón ha regresado a nosotros después de 15 largos meses”. También dijeron: “No hay palabras para describir el alivio de tener a Yarden en nuestras manos”.
El comunicado continuó: “Yarden es un padre que dejó su habitación para proteger a su familia, sobrevivió valientemente al cautiverio y regresó a una realidad insoportable…»
“Nos tomará unos días reunirnos con Yarden, pero seguimos con la esperanza y el llamado al regreso de Shiri, los niños y todos los rehenes”, agregaba.
Siegel, con doble nacionalidad israelí-estadounidense, llegó al centro médico Ichilov en Tel Aviv en helicóptero, mientras una multitud en la cercana Plaza de los Rehenes vitoreaba.
Siegel, de 65 años, recibió una silla de ruedas, pero caminó desde el helicóptero, que lo transportó desde un centro de recepción inicial en el sur de Israel.
La hija de Siegel, Shir Seigel, compartió una imagen de ella y su amiga íntima y rehén liberada Emily Damari en las redes sociales. Junto a él, escribió: “Ni en mis sueños más locos creí que mi hermana se sentaría conmigo para ver a mi padre llegar a casa.
“Tengo el corazón lleno”, indicó.