Buenos días…
Son ocho los coroneles que el flamante director de la Policía, y su equipo, han seleccionado para ser ascendidos a oficiales generales, este 27 de febrero.
La lista la encabeza el coronel Adolfo Sánchez Pérez, el mismo que en el 2010 fue puesto en retiro forzoso por su vínculo con el narcotraficante boricua José David Figueroa Agosto, y que, pese a una sentencia del Tribunal Constitucional, que prohibía su reintegro a la PN, el presidente Luis Abinader, lo reintegró.
Los otros son Juan Antonio Bello Balaguer, Pascual Cruz Méndez, Santo Guzmán Amparo (Viverito-asistente de Guzmán Peralta), Bernardo Santana Martín-hijo del exjefe de la Policía, Bernardo Santana Páez), Gabriel de los Santos García, Yuddy Almonte y Martínez y Cecilio F. Delgado Agramonte.
Si el Ministerio Público, que en otros tiempos actuaba como fue independiente, y ahora parece que depende de las instrucciones del Poder Ejecutivo, aplicara lo establecido en el artículo 30, del Código Procesal Penal, hoy el jefe de la Policía Nacional, Ramón A. Guzmán Peralta, estuviese investigado por la enorme inversión que está haciendo en su finca del Batey Tarana, en Sabana Grande de Boyá.
No hay forma que Guzmán Peralta justifique de dónde sacó tanto dinero para hacer la inversión que hizo y sigue haciendo en su finca.
Recuerden que hay una auditoría, hecha a la gestión de Guzmán Peralta en la DIGESETT, que habla de un desfalcó de más de 421 millones de pesos, 155 millones de ellos en combustibles.
Además, en los actuales momentos, en la Policía hay una serie de denuncias, que si el presidente Luis Abinader ordenara una investigación, habría serios resultados.
Ahora, nosotros no nos explicamos, cuál es el papel de esa cosa que llaman Ética y Transparencia Gubernamental. ¿Aún existe? Si existe, el responsable o la responsable de esa cosa, debe de denunciar, a menos que no sea una “botellón”, como parece que es.
La obra de Guzmán Peralta, en su finca, luce más avanzada que todas las obras, iniciadas por el presidente Abinader, que nos imaginamos, encabezará la inauguración de ese paraíso de finca (o fincas).
Todos los días aparece un nuevo aspirante a jefe de la Policía. El nuevo agraciado es Pedro Ignacio Matos Pérez, jefe de la DICRIM.
La Policía está en una situación delicada, y cualquier decisión errónea que tome el presidente, designado como jefe a un general mediocre, corrupto, o mejor dicho, hediondo a corrupción, para que no se pongan guapitos, esa institución podría colapsar.
Entre los generales mencionados, hasta este momento, ninguno reúne las condiciones mínimas para ser director de la Policía.
Reiteramos, sin el presidente Abinader quiere acabar con el desorden, con la corrupción, dentro de la Policía Nacional, y frenar la inseguridad ciudadana, que está agobiando al país, debe escoger a un hombre inteligente, que nunca haya sido mencionado en escándalos de corrupción, y mucho menos, ligado al narcotráfico.¡Atención, presidente Abinader!, instruya al Ministerio Público para que investigue la millonaria inversión que ha hecho, y sigue haciendo, el director de la Policía en su finca del Batey Tarana, de Sabana Grande de Boyá.
Por cierto, ¿a quién le compró Guzmán Peralta esos terrenos? ¿Y dónde está esa persona?
Ya es tiempo del que el presidente Abinader actúe contra los corruptos. Sea quien sea, ¡a la cárcel los corruptos!