Te invito a predicar la Palabra de Dios

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  AYUDAME A SALVAR UNA VIDA  

REFLEXIONES…


Hola, amigos, ¿qué tal? Merhaba, arkadaslar, ¿nasilsiniz?

El santo Evangelio según San Marcos 6, nos dice:

“En aquel tiempo, llamó Jesús a los Doce y los fue enviando de dos en dos, dándoles autoridad sobre los espíritus inmundos. Les encargó que llevaran para el camino un bastón y nada más, pero ni pan, ni alforja, ni dinero suelto en la faja; que llevasen sandalias, pero no una túnica de repuesto. Y añadió: «Quédense en la casa donde entren, hasta que se vayan de aquel sitio. Y si un lugar no los recibe ni los escucha, al marcharse sacúdanse el polvo de los pies, en testimonio contra ellos». Ellos salieron a predicar la conversión, echaban muchos demonios, ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban.” Palabra de Dios.

Cuando me ha tocado leer y predicar este evangelio, trato de entenderlo al meditarlo en mi corazón, es entonces cuando converso con el Señor: miles de años más tarde, en este mundo en el que estamos viviendo necesitamos más que nunca quienes prediquen Tu Palabra, llevar Tu mensaje, evangelizar, conquistar corazones, convertir personas, es una ardua tarea en la que todo cristiano debe participar.

¿Cuántos de nosotros entendemos y asumimos este compromiso de ayudar a los demás a liberarse de los espíritus inmundos del pecado, predicándoles con nuestro comportamiento ejemplar, con nuestra actitud humilde y sumisa, con nuestro gesto de ejercer la caridad y ser amorosos llevándoles paz a los demás y haciéndolos sentir perdonados por el Señor?

Posiblemente no todos sepamos cómo dominar el mal, cómo ungir y devolver la salud al enfermo, cómo predicar la Palabra, sin embargo, sí podemos dar amor, ser personas de paz, actuar con humildad, ayudar en todo lo que podamos al prójimo, compartir lo que tenemos, cumplir con nuestros deberes y responsabilidades y actuar conforme a los designios de Dios.

Es tan sencillo cumplir con Dios y ayudarlo en la transformación del mundo, sembrando paz, amor, esperanza, consuelo, alegría por todas partes, saliéndonos de nuestra zona de confort en la que nos encerramos egoístamente, pensando solo en nosotros.

Víctor Martínez ha vivido la experiencia de entregarse a trabajar en la Empresa de Dios 24/7, no es fácil lo confieso, pero es un trabajo de grandes satisfacciones espirituales. Lo más difícil es cuando alguien no nos escucha, no nos recibe, no nos acoge, no nos apoya, pero ni modo, solo nos queda sacudirnos el polvo de los pies y seguir adelante con fe y la seguridad de que Dios está siempre con nosotros.

Que la gracia y la paz sean con ustedes de parte de Dios Padre y de nuestro Señor Jesucristo.

Este mensaje ha llegado a todos ustedes gracias al apoyo recibido por la Fundación Farach.

Hasta la próxima.

Publicidad Leonardo Castillo