AYUDAME A SALVAR UNA VIDA
REFLEXIONES…
Hola, amigos, ¿qué tal? Merhaba, arkadaslar, ¿nasilsiniz?
Es el Sacramento de la Eucaristía, propio de los católicos, sacramento en el cual, bajo las especies de pan y vino, Jesucristo se halla verdadera, real y substancialmente presente, con su cuerpo, su sangre, su alma y su divinidad. “Sacramento por excelencia”, porque en él se encuentra Cristo presente, quien es fuente de todas las gracias.
Además, todos los demás sacramentos tienden o tienen como fin la Eucaristía, ayudando al alma para recibirlo, generalmente dentro de la celebración de la Misa.
A este sacramento se le denomina de muchas maneras dada su riqueza infinita. La palabra Eucaristía quiere decir acción de gracias, es uno de los nombres más antiguos y correcto porque en esta celebración damos gracias al Padre, por medio de su Hijo, Jesucristo, en el Espíritu y recuerda las bendiciones judías que hacen referencia a la creación, la redención y la santificación. (Cfr. Lc. 22, 19)
Cristo, instituye este sacramento el Jueves Santo, en la Última Cena (Mt. 26, 26 -28; Mc. 14, 22 -25; Lc. 22, 19 – 20). Todo esto con el fin de quedarse entre los hombres, de nunca separarse de los suyos y hacerlos partícipes de su Pasión.
El Sacramento de la Eucaristía surge del infinito amor de Jesucristo por el hombre.
Cristo deja el mandato de celebrar el Sacramento de la Eucaristía e insiste, como se puede constatar en el Evangelio, en la necesidad de recibirlo. Dice que hay que comer y beber su sangre para poder salvarnos. (Jn. 6, 54).
Dice San Pablo en I Corintios 11, 27-29: “Quien coma el pan o beba la copa del Señor indignamente, será reo del Cuerpo y de la Sangre del Señor. Examínese, pues, cada cual, y coma así el pan y beba de la copa. Pues quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propio castigo.”
Es necesario distinguir -saber a quién se recibe- y estar en estado de amistad con Dios. La Teología lo llama “estar en estado de gracia”. Se pierde por el pecado mortal, que rompe la comunión de vida con Dios. Se recupera en el Sacramento de la Penitencia.
No es necesario confesarse con un sacerdote antes de comulgar, pero sí hacer un acto de contrición, si una persona está en gracia, aunque haga mucho tiempo que no se confiesa, puede comulgar con toda tranquilidad. No debemos añadir más condiciones que las que realmente existen. La confesión frecuente es una práctica muy recomendable para el crecimiento espiritual, tener el alma más purificada, etc. Pero esto es otra cuestión. Una cosa es la conveniencia de la confesión frecuente y otra distinta que sea necesidad para recibir la comunión si uno está en gracia.
Incluso una persona en estado de pecado mortal, grave, puede recuperar la gracia de Dios incluso antes de confesarse. ¿Cómo es eso? Haciendo un acto de contrición perfecta con el propósito de confesar cuanto antes se pueda, se recupera la gracia perdida.
¿Qué es un acto de contrición perfecta? Es un acto de arrepentimiento del pecado cometido, movido por amor de Dios, es sentir el dolor de haber ofendido a Dios, digno de nuestro amor, y al prójimo a quien hemos dañado, comunicándote con Él en el interior de tu alma.
Ahora bien, ¿Quién puede leer el interior de una persona?, ¿Quién juzga si tu estas preparado espiritualmente para comulgar con Dios? ¿Qué sucede con otras religiones que no hacen uso de la Eucaristía?
Víctor Martínez, fiel creyente de la Eucaristía, piensa que todos tenemos los mismos derechos de recibir al Señor en nuestro interior, bajo la modalidad que se quiera, que existen diferentes formas de comulgar, recibir, acatar, obedecer a Dios, y que solo tú en el interior de tu alma y de tu consciencia puedes sentir el dolor de tus malas acciones y arrepentirte de verdad ante el Padre.
No debe ser la Eucaristía un tormento para quien se siente indigno y pecador, todos somos indignos, es este un signo visible de la presencia de Dios, que viene a perdonarnos y a traernos paz y amor, nunca te alejes y dejes de comulgar con Él.
Este mensaje ha llegado a todos ustedes gracias a nuestro exalumno muy agradecido.
Hasta la próxima.