El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, afirmó que no hay nación que pueda detener una guerra por sus propios esfuerzos, y que para ello se requiere la participación de líderes mundiales.
En un discurso que ofreció desde la ciudad de Járkiv catalogó los bombardeos hacia su Estado como terror y abuso constantes.
“En estos momentos estoy en Járkiv. Esta ciudad está ubicada en el este de Ucrania y, lamentablemente, muy cerca de la frontera con Rusia. ¿Qué significa esto para Járkiv? El tercer año de terror constante”, manifestó.
Indicó que donde antes florecía la vida, están simplemente reducidos a cenizas, “no queda nada allí, ningún habitante”, lo cual traduce como la consecuencia más terrible de la guerra.
“Esta es la guerra que nadie quería en Ucrania. Que no fue provocada por nosotros. Y en la cual Ucrania se defiende ante los esfuerzos de Rusia por apoderarse de nuestros recursos, de nuestros territorios y por destruir nuestra identidad nacional. Y el mundo ve todo esto”, señaló el presidente de Ucrania.
Argumentó que junto a otros países está preparando una cumbre de paz, “y que el 15 de junio será el comienzo”.
Hizo un llamado a los líderes mundiales como los presidentes Biden, de Estados Unidos; y Xi, líder de China, para que se sumen a “los esfuerzos globales en preparativos de la Cumbre de Paz”.