AYUDAME A SALVAR UNA VIDA
REFLEXIONES…
Hola, amigos, ¿qué tal? Merhaba, arkadaslar, ¿nasilsiniz?
En verdad que los sentimientos cambian con la edad, nos ponemos más sensibles, lloramos con más facilidad, muy susceptibles y hasta nos dejamos envolver por ellos para sentirnos abandonados, en ocasiones menospreciados y muy tristes.
Son muchas las personas de la tercera edad, abuelos ya incluso, que se viven quejando del “maltrato” por parte de sus hijos y nietos.
Expresiones tales como “no le hacen caso a uno, se me desprogramó el TV y no hay forma de que me hagan un favor, tengo problemas con el celular y por más que los llamo me ignoran, ya no me visitan, no me hacen ni una llamada para saber como estoy, no me quieren llevar a tal o cual sitio”, en fin, son quejas permanentes que escucho a diario de algunos padres y abuelos.
Pienso que en verdad es algo incorrecto y aunque la vida esta agitada y todos tienen sus compromisos, responsabilidades y actividades, dejar en el olvido a los viejos es una crueldad.
En cambio, si un hijo o nieto le llama porque necesitan algo, ahí salen los viejos corriendo a resolver, dejándolo todo, si es dinero que requieren, se arruinaron los ahorros pues de seguro se quedan sin nada para ayudarlos.
Víctor Martínez les sugiere a los abuelos o padres que se encuentran en esa situación aprender a soltar, a vivir en la soledad, a no sufrir tanto, a dejarlos incluso que resuelvan sus problemas y no le des tus ahorros, ellos van a encontrar soluciones, tienes que aprender a vivir sin ellos, a ser feliz y divertirte, así sufrirás menos.
Es esta una realidad que se vive en esta sociedad moderna en la que los valores se van perdiendo, todos andan muy deprisa y sin tiempo para el compartir familiar, debo confesar si en algo he admirado en este país de Turquía, es el trato impartido a los ancianos, en este lugar del mundo donde he vivido me ha sido impresionante, todos andan con sus viejos, en restaurantes, plazas, casi cargándolos, a pasos lentos y compartiendo con ellos.
Esa tradición jerárquica con sus ancestros, de respeto, de cuidado, de protección, en la que reunirse en familia todas las generaciones es algo sagrado, divertido, no debemos perderla, ni negociarla, sobre todo con los adolescentes de la familia que quieren vivir en su aislamiento, y su mundo, ignorando a los abuelos y hasta a los padres.
Nos dice el Señor en Eclesiástico 3: “El Señor quiere que el padre sea honrado por sus hijos, y que la autoridad de la madre sea respetada por ellos. El que respeta a su padre alcanza el perdón de sus pecados, y el que honra a su madre reúne una gran riqueza.” Los exhortos a leer el mensaje completo, pues nos servirá de reflexión en la relación con nuestros padres.
Este mensaje ha llegado a todos ustedes gracias al apoyo recibido por nuestro hermano Julian Kuret.
Que la gracia y la paz sean con ustedes de parte de Dios Padre y de nuestro Señor Jesucristo.
Hasta la próxima.