Santo Domingo.-. El Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, en respuesta a las denuncias realizadas en el portal Acción Verde, sobre el tráfico de madera seca de la especie forestal Guaconejo (Amyris balsamifera), en la provincia Independencia, envió una comisión al municipio de la Descubierta para evaluar la situación, encabezada por el viceministro de Recursos Forestales, señor José Elías González y un equipo técnico.
Los resultados de la inspección realizada a mediados del día 20 de septiembre, indican que la madera en cuestión responde a la condición de muerte natural por raíces podridas, por tanto, no corresponde a la intervención humana ni al uso de químicos para matar los árboles.
Además, se determinó que en este depósito existe aproximadamente 208 metros cúbicos de madera seca de Guaconejo, dispuesta en diversas fajas apiladas en un metro de altura por un metro de ancho, con longitud variable. En tal sentido, no se observaron tres kilómetros de madera como dice el video.
La visita fue realizada al centro de acopio de madera seca que posee el señor Corides Medina, en la zona al noroeste de la comunidad de La Descubierta, en la coordenada N18’5917; W7173843, altitud 166.13 metros sobre el nivel del mar.
De acuerdo a los archivos de este Ministerio de Medio Ambiente, la empresa Dominican Arome, S.R.L, exportadora de aceites aromáticos de productos naturales opera desde el año 2018.
Tambien, señalan que esta empresa posee una autorización para el transporte madera de Guaconejo producto de madera seca, desde zona donde se produce.
Dicha permiso fue emitido el 5 de abril del 2019 y ratificado el 21 de octubre del 2021. También disponen de documentos que avalan que este tipo de permisos han sido autorizados por este Ministerio a otras empresas desde antes del 2012.
Uso del Guaconejo
El Guaconejo es una especie forestal generadora de un aceite esencial utilizado para la elaboración de distintas líneas de perfumes en la industria cosmética.
Este aceite se extrae de la madera seca de Guaconejo, mediante un proceso industrial que requiere de la muerte natural del árbol, el cual debe tener entre 15 y 20 años de su muerte, dejado en su hábitat natural del bosque seco tropical.
Es importante destacar que este árbol muere de manera natural debido a la producción en exceso de toxinas para protegerse de los insectos, que luego se intoxica y muere.
Por tanto, para la aceptación y aprovechamiento de esta madera por la industria, este árbol no puede cortarse, sin cincharse, ni aplicar productos químicos para que se seque, debido a que evita la concentración de la esencia y el olor natural del mismo.