Desde hace ocho días el megayate Flying Fox, propiedad de un magnate ruso, se encuentra en la República Dominicana y aunque su salida estaba pautada para el viernes pasado, una investigación llevada a cabo por el Departamento de Seguridad de los Estados Unidos lo retiene en el puerto Don Diego de San Soucí.
La presencia del lujoso yate ha alertado a más de uno y, cuestionado sobre la retención de la embarcación, el consultor jurídico del Poder Ejecutivo, Antoliano Peralta, indicó que, como en casos anteriores, el presidente Luis Abinader no se inmiscuirá en las investigaciones del Ministerio Público.
“El informe que tengo es que las instituciones del Estado lo están manejando correctamente y dentro del marco de la ley. Eso –la investigación- lo está manejando el Ministerio Público y nosotros somos respetuosos de eso, el consultor y el presidente de la República no se inmiscuye en los asuntos que concierne al Ministerio Público. Entiendo que lo está manejando el Ministerio Público, el Ministerio de Relaciones Exteriores y Aduanas”, explicó.
Por su parte, inspectores de la Dirección General de Aduanas y militares fueron vistos el viernes pasado ingresando al Flying Fox, inspeccionando los distintos niveles de la embarcación, sin revelar los hallazgos de su visita a la embarcación.
Interés de EE.UU en el yate
El Departamento de Investigaciones de Seguridad Nacional de Estados Unidos (Homeland Security Investigations, HSI) lleva una investigación sobre organizaciones criminales terroristas y transnacionales que amenazan o buscan explotar las leyes aduaneras y de inmigración de los Estados Unidos.
Desde que estalló la guerra en Ucrania, los Estados Unidos y otras naciones han aplicado sanciones a Rusia. En ese sentido, a los oligarcas rusos se le han confiscado propiedades, como parte de las sanciones.
El yate
El megayate Flying Fox está valorado en 455 millones de dólares. Fue construido por la marca de yates alemana Lürssen. Según el portal Imperial Yachts, para rentar este lujoso yate por una semana, debes pagar 3.5 millones de dólares.
La embarcación Flying Fox es conocida como el Disneyland para adultos y figura como el decimocuarto yate más grande del mundo.
En cuanto al alojamiento, tiene capacidad para 25 invitados distribuidos en 14 elegantes camarotes dobles con baño privado, equipado con una tripulación de 54 experimentados miembros para ofrecer un servicio de siete estrellas durante la estancia a bordo de los invitados, según reseña una página de alquiler de yates en Ibiza.