Buenos días…
El gobierno debe hacer respetar, y respetar, el derecho de propiedad.
Los propietarios de solares, adquiridos lícitamente en el CEA, están con el grito al cielo, por la mafia que dicen, existe a lo interno de esa institución.
El griterío por la invasión de solares, cuyos adquirentes legítimos, tienen todos sus derechos pagos, es desgarrador.
Y en el CEA, les ponen tantos obstáculos a los propietarios de solares invadidos, que dan la apariencia de que están confabulados con los invasores o quieren vencer por cansancio o abandono a los legítimos compradores.
Y hasta los expedientes ¿desaparecen? en el CEA por arte de magia.
¿Atención, Presidente Abinader! Ya no hay excusa. Ni se puede culpar al pasado.
En La Culebra, una comunidad rural del municipio de El Seibo, hay un cubano, de nombre Pedro Guillermo Varona, que dicen salió huyendo de Cuba y se refugió en ese lugar, donde se ha convertido en ley, batuta y constitución, haciendo lo mismo que sus antecesores hacían en la isla, en los tiempos de Fulgencio Batista.
Ese señor, o demonio, nos cuentan, tiene una banda de forajidos, armada hasta los dientes, que secuestró, golpeó y tiroteó a un campesino, que hoy está en un hospital de El Seibo, y la Policía Nacional, de allí, no ha hecho nada.
Y dice la gente, allá en La Culebra, que los integrantes de esa pandilla, escopetas en manos, patrullan la comunidad y mantienen el terror en la zona. ¡Y nada!
Y hasta allí no llegan los policías del seibano Guzmán Peralta.
Y a propósito de la Policía Nacional, el jefe de esa institución está aplicando la pena de muerte, a plena luz del día, pues la semana pasada, seis ciudadanos, que dicen eran delincuentes, fueron ejecutados. ¡Ave María Purísima!
Pero, la Procuraduría está ciega. Eso no lo ve. Tampoco se enteró de lo que pasó en la DIGESETT, con los recursos del Estado, en época de Guzmán Peralta, y se olvidó del lío de los combustibles en las jefaturas de Nelson Peguero Pared y Ney Aldrín Bautista Almonte. ¡Qué viva la impunidad!
Don Ángel Martínez estuvo de cumpleaños, arribó a los 70 junios de vida, y dice que se siente un muchachito, igualito que cuando vivía en el Cibao.
Y a propósito del detective Ángel Martínez, nos enteramos de que estaría solicitando asilo político en su segunda patria, Estados Unidos. Contra ese príncipe de la comunicación se han emitido más de una docena de órdenes de arresto. ¡Cógelo, Picante!
¡Esperen! Hay un lío y no es de ropa. El atentado contra David Ortiz podría volver a los escenarios públicos.
¡Ay, pero esa muchachita…! Cuántos problemas ha provocado.
Otro banco asaltado. ¡Y…?