Por Augusto Álvarez
En la ONU, tras una propuesta de Estados Unidos, se aprobó un alto al fuego en Gaza, el cual deberá ser aceptado por las partes, es decir, la administración de Benjamín Netanyahu, en Israel, así como por Hamás.
Un rosarios de puntos aparecen en la resolución que “pone fin” de manera “permanente” a las acciones militares, y además, la liberación de quienes estén en cautiverio de las partes enfrentadas.
¿Por qué ahora es cuando luce posible el alto a las hostilidades entre la Franja de Gaza?
Simplemente, por el acercamiento de las elecciones Norteamérica pautadas para la primera semana de noviembre, por un lado, mientras que, por otro lado, destruyendo obstáculos legales, además de tecnicismos jurídicos, el expresidente Donald Trump se encamina a la silla, que ya ocupó en la Casa Blanca.
De lograrse un cese al fuego definitivo, la compañía de los demócratas de Joe Biden tratarían de recuperar el largo terreno ya logrado en las encuestas por Trump.
Aunque el avance en la desafiante campaña del expresidente Donald Trump, ha forzado al presidente Biden a reivindicar posturas que tienen su real poder en la línea fronteriza.
Y al final, lo importante es saber si más niños palestinos morirán bajo las bombas lanzadas por Benjamín Netanyahu.
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