AYUDAME A SALVAR UNA VIDA
REFLEXIONES…
Hola, amigos, ¿qué tal? Merhaba, arkadaslar, ¿nasilsiniz?
Felipe Gómez es quien nos apoya hoy con este mensaje de amor y desea recordarte que la Semana Santa es la fiesta más importante del cristianismo y el momento en el que la religión católica conmemora los últimos días de la vida de Jesucristo.
Estas fechas se inician con el Jueves Santo, una festividad anual y tradicional que se celebra el jueves anterior al Domingo de Resurrección. En concreto, este día se celebra la fiesta cristiana que abre el Triduo Pascual, el periodo durante el cual la liturgia católica conmemora la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, y constituye el momento central de la Semana Santa y del año litúrgico.
En el Jueves Santo el cristianismo conmemora la institución de la Eucaristía en la Última Cena, el lavatorio de los pies y la oración en el huerto de Getsemaní. Según relata la Biblia, la Última Cena fue el momento en el que Jesús se reunió con los doce apóstoles para despedirse de ellos antes de su muerte. Además, durante esta cena les anunció que uno de ellos le traicionaría, dando a entender que era Judas Iscariote.
Los Evangelios narran asimismo que durante esta reunión Jesús realizó un lavatorio de pies a todos sus compañeros, un gesto que para la Iglesia es un símbolo de entrega a los demás. No obstante, el momento más relevante de la Última Cena es el que la Iglesia considera como la institución de la Eucaristía, uno de los siete sacramentos para los católicos.
Este hecho se produce cuando Jesús toma el pan, lo parte y lo reparte entre los comensales diciendo: “Tomen y coman todos de él, porque este es mi cuerpo, que será entregado por ustedes”. A continuación, toma un cáliz lleno de vino y dice: “Tomen y beban todos de él, porque este es el cáliz de mi sangre, sangre de la alianza nueva y eterna, que será derramada por ustedes y por todos los hombres para el perdón de los pecados”. Y concluyó: “Hagan esto en conmemoración mía”. Esta última frase es interpretada por la Iglesia como la institución del Orden Sacerdotal, otro de los siete sacramentos.
De esta manera, la Misa del Jueves Santo se consagra al éxito en la muerte de Cristo, que habría dado su vida para salvar a la humanidad de sus pecados. Esta fecha se debe celebrar “lo más solemnemente posible, pero, en los cantos, en el mensaje, en los signos, no debe ser ni tan festiva ni tan jubilosamente explosiva como la Noche de Pascua”.
Víctor Martínez te invita a asumir ese gesto de humildad de Jesús de lavarle los pies a sus apóstoles mostrándonos cómo debemos ser y cómo debemos entregarnos a los demás, aprendiendo incluso a orar de manera profunda como lo hizo Él en el huerto de Getsemaní, y sobre todo recibiendo la Eucaristía como alimento espiritual, ya sea física o espiritualmente si no estas preparado.
Hasta la próxima.
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