En la crisis que soporta el pueblo haitiano, la espiral de la muerte en tres direcciones, parecería ser el diseño a largo plazo.
Veamos, por un lado, el hambre cruel y despiadada se profundiza, justo cuando la violencia impide la posible vacuna de esperanza condicionada de una ocupación rechazada por muchos.
Es decir, poner a depender la solución a los males que estrangulan a la nación haitiana de una ocupación, es posible que constituya un freno provisional a las pandillas, ¿y cómo negociar la hambruna?
En Haití, la depredación de sus riquezas naturales es la razón que limita un posible aporte internacional a los males legendarios, pues ayudas gratis, ¿quiénes la darían?
Mientras en Ucrania la historia es otra.
Los grandes recursos naturales que duermen en el interior de los suelos de Ucrania, de por sí, constituyen una garantía de retorno de los recursos que dedica Washington y sus aliados de la Unión Europea.
En pocas palabras, ya los tradicionales explotadores de las riquezas de dicha nación se auto pagan al ser arrendadora dicha nación a poderes extranjeros que sí saben de los recursos que duermen bajo el suelo de Ucrania.
Más claro aún, en la nación europea, si hay con qué cobrar, mientras en Haití ¿qué buscar, aparte de un encuentro con su tragedia la violencia y el hambre?
Relacionado
